Se enfrenta Pueblo contra Pueblo en Maracaibo (Info + Fotos + Vídeo)
Este sábado se escenificó entre Guarimberos versus Buhoneros en las adyacencias de la Torres del saladillo de la ciudad de Maracaibo.
La tensión se desbordó y ocurrió un enfrentamiento de pueblo contra pueblo. Eran las 3.00 de la tarde de ayer cuando un grupo de buhoneros adyacentes a las Torres del Saladillo comenzó a arremeter contra los vecinos del conjunto residencial. Piedras, palos y botellas volaron de afuera hacia adentro.
Aunque los residentes de los edificios intentaron no responder a las agresiones para evitar un enfrentamiento, una acción violenta por parte de los vendedores informales colmó la paciencia de la comunidad: dos transformadores de electricidad de los edificios fueron rociados de gasolina y prendidos en fuego. El enfrentamiento fue inevitable.
No solo los residentes de las Torres del Saladillo salieron al paso de las agresiones, también los vecinos de las comunidades aledañas se sumaron al intercambio de objetos contundentes, pues también quedaron sin servicio eléctrico. “¡Se formó una guerra civil!”, gritaron quienes observaron desde sus casas lo que ocurría.
“Seguro que esos buhoneros recibieron cobres por causar estos destrozos en las torres. Luego dicen que quienes saquean y hacen desastres son los manifestantes en contra del Gobierno. Nosotros también nos quedamos sin luz”, expresó Ángel Urdaneta, vecino del sector La Revancha.
De bando y bando los objetos volaron, al igual que las bombas molotov, muchas de las cuales golpearon la cerca perimetral de las torres, por lo que se prendió en fuego; lo mismo ocurrió con al menos dos puestos de comercio informal que ardieron en llamas.
Asombrada por lo que veía, María Pedreáñez, vecina del sector, manifestó su preocupación por la intolerancia que reina entre los venezolanos. Con las manos en la boca, en señal de asombro, la zuliana se preguntó: “¿Dónde están los cuerpos de seguridad? No puede ser que solo aparezcan para reprimir protestas y no para evitar estas confrontaciones”.
Bajan la guardia
Los buhoneros hicieron una barricada humana de cuatro hileras. De un camión Tritón se bajaron a las 6.40 de la tarde una decena de encapuchados que dispararon hacia los manifestantes, apostados entre las Torres y Ciudad Chinita. Botellas, piedras y molotov iban y venían.
"Esperan que se haga de noche pa' sacar las armas. Ahí si no sabremos quién es quién. Entre los buhoneros hay tupamaros infiltrados. Ellos son los que tienen las armas", expresó un vecino que observaba la batalla desde la plaza Día de la Raza (conocida como plaza Los Cachos).
El Saladillo no tenía electricidad. El servicio se reanudó a las 7.00 de la noche La Revancha, residencias La Chinita y Padilla. "Algunos habitantes de las Torres abandonaron sus apartamentos por temor a que los violentos se metan en las residencias y los agredan. Sabemos que había muchos niños, porque se asomaban por los balcones".
La Guardia Nacional Bolivariana bordeó el centro comercial Ciudad Chinita. Lo mismo hizo la Policía regional y la municipal. José Luis Alcalá, director de Polimaracaibo, informó anoche que, tras el diálogo con ambos grupos, acordaron que el conflicto cesaba por la noche. Se comprometió a vigilar la zona y a resguardar a los trabajadores de Corpoelec, con quienes se comunicó para que repararan los transformadores.
La tensión se desbordó y ocurrió un enfrentamiento de pueblo contra pueblo. Eran las 3.00 de la tarde de ayer cuando un grupo de buhoneros adyacentes a las Torres del Saladillo comenzó a arremeter contra los vecinos del conjunto residencial. Piedras, palos y botellas volaron de afuera hacia adentro.
Aunque los residentes de los edificios intentaron no responder a las agresiones para evitar un enfrentamiento, una acción violenta por parte de los vendedores informales colmó la paciencia de la comunidad: dos transformadores de electricidad de los edificios fueron rociados de gasolina y prendidos en fuego. El enfrentamiento fue inevitable.
No solo los residentes de las Torres del Saladillo salieron al paso de las agresiones, también los vecinos de las comunidades aledañas se sumaron al intercambio de objetos contundentes, pues también quedaron sin servicio eléctrico. “¡Se formó una guerra civil!”, gritaron quienes observaron desde sus casas lo que ocurría.
“Seguro que esos buhoneros recibieron cobres por causar estos destrozos en las torres. Luego dicen que quienes saquean y hacen desastres son los manifestantes en contra del Gobierno. Nosotros también nos quedamos sin luz”, expresó Ángel Urdaneta, vecino del sector La Revancha.
De bando y bando los objetos volaron, al igual que las bombas molotov, muchas de las cuales golpearon la cerca perimetral de las torres, por lo que se prendió en fuego; lo mismo ocurrió con al menos dos puestos de comercio informal que ardieron en llamas.
Asombrada por lo que veía, María Pedreáñez, vecina del sector, manifestó su preocupación por la intolerancia que reina entre los venezolanos. Con las manos en la boca, en señal de asombro, la zuliana se preguntó: “¿Dónde están los cuerpos de seguridad? No puede ser que solo aparezcan para reprimir protestas y no para evitar estas confrontaciones”.
Bajan la guardia
Los buhoneros hicieron una barricada humana de cuatro hileras. De un camión Tritón se bajaron a las 6.40 de la tarde una decena de encapuchados que dispararon hacia los manifestantes, apostados entre las Torres y Ciudad Chinita. Botellas, piedras y molotov iban y venían.
"Esperan que se haga de noche pa' sacar las armas. Ahí si no sabremos quién es quién. Entre los buhoneros hay tupamaros infiltrados. Ellos son los que tienen las armas", expresó un vecino que observaba la batalla desde la plaza Día de la Raza (conocida como plaza Los Cachos).
El Saladillo no tenía electricidad. El servicio se reanudó a las 7.00 de la noche La Revancha, residencias La Chinita y Padilla. "Algunos habitantes de las Torres abandonaron sus apartamentos por temor a que los violentos se metan en las residencias y los agredan. Sabemos que había muchos niños, porque se asomaban por los balcones".
La Guardia Nacional Bolivariana bordeó el centro comercial Ciudad Chinita. Lo mismo hizo la Policía regional y la municipal. José Luis Alcalá, director de Polimaracaibo, informó anoche que, tras el diálogo con ambos grupos, acordaron que el conflicto cesaba por la noche. Se comprometió a vigilar la zona y a resguardar a los trabajadores de Corpoelec, con quienes se comunicó para que repararan los transformadores.
Fuente: La Verdad
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