Por ser deliciosos a la parrilla: A punto de exterminio los perros en Tailandia (Info + Fotos)
Para los perros, vivir en Tailandia y en los países vecinos no es lo más adecuado. Los caninos están seriamente amenazados con la extinción debido al incremento en la demanda de éstos para la industria alimentaria.
Específicamente, en las provincias tailandesas que colindan con Laos están casi ausentes de perros ya que de esas zonas es de donde los mercaderes de canes suministran materia prima a la creciente industria canina.
Los perros surten de materia prima a distintos negocios, que van desde los que manufacturan guantes de golf con el pellejo del perro a los que hacen cuerdas de guitarra con las vísceras del animal para luego ser exportados a distintos países asiáticos.
La mayor parte de la producción de guantes para jugadores de golf o para practicar otros deportes que se confeccionan con piel de perro en talleres de marroquinería ubicados en la periferia de Bangkok, son exportados a Japón, Taiwan y otros países de Asia, donde este tipo de curtido es apreciado por el consumidor. Toda esta cadena cruel está amparada por la corrupción, sobre todo a nivel provincial en territorio tailandés.
Los grupos de defensores de los animales denuncian que es casi imposible ver animales de cualquier raza en las ciudades y aldeas próximas a las fronteras donde anualmente decenas de miles de perros son contrabandeados clandestinamente por la vigorosa demanda de animales como comida en China y Vietnam.
De acuerdo al Colegio de Veterinarios de Tailandia, cada año cerca de medio millón de canes son contrabandeados de forma ilícita o sacrificados en innumerables mataderos clandestinos situados al noreste del país.
Durante el contrabando de los perros, estos son transportados en jaulas dispuestas unas encima de otras en camiones durante travesías que duran entre dos o tres días de viaje hasta llegar a manos de los comerciantes en China y/o Vietnam. Lógicamente, miles de los perros enjaulados mueren antes de llegar a su destino ya sea por asfixia, enfermedades o deshidratación.
Los contrabandistas ganan de 10 a 30 dólares por perro, y ese precio se dispara hasta hasta 250 dólares una vez ha sido vendido en Vietnam, suponiendo sumas considerables para los contrabandistas, partiendo desde la base que la gran parte de los perros han sido obtenidos sin coste alguno o a cambio de la entrega a su supuesto dueño de un utensilio casero de plástico.
En los mataderos clandestinos, los perros son apaleados hasta la muerte para reblandecer así su carne, su pelo es abrasado con un soplete, después son desollados y finalmente decapitados.
“Está extendida la idea de que causar dolor al perro contribuye a que su carne sea más tierna, por eso les rompen las patas antes de morir o los cuecen vivos”, explica John Dalley, fundador de la organización de defensa Soi Dog".
Otro aspecto también se refiere a que dado que los animales son vendidos de acuerdo a su peso, muchos son alimentados (contra su voluntad) cuando le colocan un tubo de fontanería y les vierten todo tipo de alimentos.
Con todo lo dicho, queda en usted, estimado lector el difundir estas noticias para que de alguna manera se difunda tal barbarie.
Específicamente, en las provincias tailandesas que colindan con Laos están casi ausentes de perros ya que de esas zonas es de donde los mercaderes de canes suministran materia prima a la creciente industria canina.
Los perros surten de materia prima a distintos negocios, que van desde los que manufacturan guantes de golf con el pellejo del perro a los que hacen cuerdas de guitarra con las vísceras del animal para luego ser exportados a distintos países asiáticos.
La mayor parte de la producción de guantes para jugadores de golf o para practicar otros deportes que se confeccionan con piel de perro en talleres de marroquinería ubicados en la periferia de Bangkok, son exportados a Japón, Taiwan y otros países de Asia, donde este tipo de curtido es apreciado por el consumidor. Toda esta cadena cruel está amparada por la corrupción, sobre todo a nivel provincial en territorio tailandés.
Los grupos de defensores de los animales denuncian que es casi imposible ver animales de cualquier raza en las ciudades y aldeas próximas a las fronteras donde anualmente decenas de miles de perros son contrabandeados clandestinamente por la vigorosa demanda de animales como comida en China y Vietnam.
De acuerdo al Colegio de Veterinarios de Tailandia, cada año cerca de medio millón de canes son contrabandeados de forma ilícita o sacrificados en innumerables mataderos clandestinos situados al noreste del país.
Durante el contrabando de los perros, estos son transportados en jaulas dispuestas unas encima de otras en camiones durante travesías que duran entre dos o tres días de viaje hasta llegar a manos de los comerciantes en China y/o Vietnam. Lógicamente, miles de los perros enjaulados mueren antes de llegar a su destino ya sea por asfixia, enfermedades o deshidratación.
Los contrabandistas ganan de 10 a 30 dólares por perro, y ese precio se dispara hasta hasta 250 dólares una vez ha sido vendido en Vietnam, suponiendo sumas considerables para los contrabandistas, partiendo desde la base que la gran parte de los perros han sido obtenidos sin coste alguno o a cambio de la entrega a su supuesto dueño de un utensilio casero de plástico.
En los mataderos clandestinos, los perros son apaleados hasta la muerte para reblandecer así su carne, su pelo es abrasado con un soplete, después son desollados y finalmente decapitados.
“Está extendida la idea de que causar dolor al perro contribuye a que su carne sea más tierna, por eso les rompen las patas antes de morir o los cuecen vivos”, explica John Dalley, fundador de la organización de defensa Soi Dog".
Otro aspecto también se refiere a que dado que los animales son vendidos de acuerdo a su peso, muchos son alimentados (contra su voluntad) cuando le colocan un tubo de fontanería y les vierten todo tipo de alimentos.
Con todo lo dicho, queda en usted, estimado lector el difundir estas noticias para que de alguna manera se difunda tal barbarie.
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